La selección chilena de fútbol clasificó al próximo mundial que se desarrollará por primera vez en África, la cita se dará en el país de Sudáfrica y nosotros los peruanos lo veremos una vez más por televisión, ojala en un TVHD televisión digital. La disciplina técnico, jugador y dirigente, la cohesión de todas las partes involucradas, la exclusión de dirigentes y puestos intrascendentes, la solidez de una comando técnico a cargo de un tipo que no se equivocó nunca, pusieron a la selección chilena de fútbol en el lugar que le corresponde, por ahora, y la clasificaron al mundial jugando bien, con un libreto bajo el brazo, el único dicen algunos comentaristas eruditos en el tema que salen en la televisión todos los domingos por la noche, pero le basta y sobra.
Huevos. A alguien le cabe duda que nuestra selección de fútbol aparte de jugar mal, le faltó esa palabra tan usada en el mundo futbolero que define a una selección que juega con pundonor, con esas ganas de no perder nunca, rabia y no dar una pelota por perdida jamás. La selección Argentina es el clásico ejemplo de cómo se debe afrontar un partido, esa pasión que no se vive en ningún lugar del mundo debe ser absorbida no solo por el jugador peruano sino también por su hinchada que a veces solo va a sentarse en su butaca y cuando termina el partido es una máquina de tirar insultos hacia sus jugadores, a veces creo que muchas de las personas que van a al estadio lo hacen solo como terapia para el estrés y para liberar todo el mal humor que le causa el trabajo.
¿Cabe duda alguna que el sistema defensivo de la selección peruana de fútbol es un fracaso?, ¿Cuántos goles en contra nos comimos en las últimas eliminatorias?, ¿Cuántos equipos nos golearon? Todas esas preguntas se contestan con una sola frase, el Perú defiende muy mal, nuestro sistema defensivo es un mamarracho y nuestros jugadores defiende nuestro arco con guantes blancos y con una delicadeza digna de tildar de afeminado. Nuestra selección debe defender como la saga italiana del ultimo mundial, liderada por Cannavaro y Materazzi como pareja de centrales, Grosso y Zambrota los laterales. Es cierto, es una pésima comparación y un deseo totalmente desquiciado, pero de verdad quisiéramos que fuese así.
¿A usted le produce algún sentimiento de orgullo nacional ver a nuestra selección de fútbol cantar nuestro himno nacional previo a cualquier partido de eliminatorias? Pues a mi no, yo solo veo a once tipos parados como si fuesen soldaditos de plomo. Es que cantar el himno nacional de tu país debería ser un acto de automotivación a instantes de un partido, ¿Alguien ha visto a la selección francesa cantar su himno nacional antes de cualquier partido? Once jugadores abrazados de manera fraterna el uno al otro es una costumbre digna de imitar, La fuerza, la unión, el sentimiento que trasmite esa imagen es una demostración de compromiso puro y de orgullo, dicho sea de paso muchas de las personas que veo allí ni siquiera son franceses de nacimiento, muchos nacieron en sus colonias y ni así se sienten excluidos. Cuando los vi cantar la Marsellesa en la final de la última copa del mundo, por un momento quise ser francés, que envidia.
